Según la Real Academia de la Lengua Española un Kamikaze es una persona que se juega la vida realizando una acción temeraria.
Según mi propia definición una persona kamikaze es aquella que se deja la piel en ir a por aquello que quiere, aunque las posibilidades de que lo consiga sean muy remotas o casi nulas.
Pues bien, dicho esto diré que hace falta más gente así, necesitamos gente que se deje la piel, que no piense en el mañana sino en el aquí y el ahora que, al fin y al cabo, es lo único que tenemos con certeza. El mundo escasea de gente de verdad, gente con objetivos y con ganas de jugar y de jugársela. Todo o nada. All in. Porque nadie debe hacernos creer que merecemos poco, que merecemos menos.
Los kamikazes lo queremos todo, y no hay nada más inspirador que alguien luchando por conseguir algo. No hay nada más inspirador que alguien que cree en sí mismo. Un kamikaze es una persona que salta al vacío aún sabiendo que puede que el paracaídas no llegue a abrirse, pero ya nos lameremos las heridas más tarde, porque ahora toca lanzarse de cabeza y con las ganas renovadas. Un kamikaze no sabe las veces que se ha caído, sino las veces que se ha levantado y esa cuenta amigos, esa cuenta es infinita. Porque un kamikaze sabe que lo que cuenta es intentarlo, no haber abandonado antes de tiempo. Un kamikaze no sabe lo que es la rendición. Por nuestra parte que no quede, por nosotros que no sea. Porque al mundo le faltan valientes, gente que no se achante ante una dificultad, que antepongan la meta a cualquier obstáculo que encuentren en el camino, luego… ¡YA SE VERÁ!
Que todo salga como tenga que salir.
Esa gente que mide, que no avanza, que está en el mismo sitio, que no se deja llevar, esa gente que tiene miedo a perder lo poco que tienen… Esa gente no vive, tan sólo existe.
Deja que tus sensaciones te muevan, haz lo que te pida el cuerpo. Más corazón y menos razón, que ésta siempre intenta echarnos el freno y a nosotros nos gusta ir sin ataduras ¡a ver hasta donde somos capaces de llegar!
En fin, que sí. Que estamos locos, que tenemos caídas, pero que no nos cansaremos de intentarlo, no queremos quedarnos con la duda, no pensamos quedarnos a medias. Si amamos tanto ser así es precisamente porque trae cosas buenas ¡qué digo buenas! BUENÍSIMAS. Que una victoria es más dulce cuando has ido a por ella con todas las ganas que tienes, pero claro eso solo lo sabrás si eres una persona kamikaze, como yo.
Optimistas, soñadores, románticos, valientes, locos, llámanos como quieras. Sea como sea no vamos a dejar de intentarlo, aunque cada vez el precipicio sea más alto y el paracaídas más viejo… ¡ALLÁ VAMOS!
Dedicado a L. y a las eternas y repetitivas conversaciones de whatsapp que han inspirado esta entrada. #siemprekamikazes
RG